domingo, 1 de marzo de 2009

Lo entrañable de lo desconocido



Aquí sigo. Refungiándome en los sueños envueltos en brasas y en besos.

Sigo haciendo aviones de papel, con la ilusión de que tu brisa no los sacuda, esperando poder escapar de tu tormenta. 

Bebiéndome los anhelos en chocolate, con la esperanza de que así escapen de tus manos.

Fumando las esperanzas ocultas y exhalando los anhelos más íntimos.

Intento asirme de lo poco que puedo recordar, y apartir de ahí me aferro a tejer lo que pudo haber sido.

En fin, ocultándome en lo "calientito" de mis pensamientos, cuándo el frió arrecia y me hace suspirar al ver el contraste con la realidad.



3 comentarios:

Blascone dijo...

Escribes demasiado sobre lo que pudo ser y no fue... eso es la nada... Creo que la melancolía es deliciosa, pero no hay que quedarse anclados en ella...

Un besote, mujer.

Marifer dijo...

Jajajaja, crees que es deliciosa? A mí a veces me cansa, pero si, algo hay de eso...

Blascone dijo...

Es deliciosa cuando es un gusto casual, no la base de nuestra vida :)